El cóctel es una reunión social que da mucha libertad a sus invitados por que pueden moverse con libertad por los espacios y pueden ir presentándose entre ellos y conversando más animadamente.
En primer lugar, debemos saber que existe un protocolo o etiqueta para todo, y este caso no iba a ser menos.
El vestido cóctel tiene unas características concretas, el largo es o por la rodilla o justo por encima de ella. La tela debe ser de buena calidad, ya que es un vestido al que luego podemos dar mucho uso para otras ocasiones. Combienen los tejidos delicados como el algodón o la seda, y pueden ser lisos o estampados. Debe resultar elegante a primera vista, yo optaría por algo sencillo, y debe combinarse con abrigo o chaqueta por si el tiempo no acompaña. El chal es un complemento que actualmente ya no está de moda.
Con este tipo de vestido, lo adecuado es llevar unos buenos zapatos de tacón, yo optaría por unos peet toes, muy de moda a la par que elegantes.
En cuanto al pelo, puede ser suelto o con un recogido sencillo para aportar un toque más formal y serio.
Si se trata de una boda y es por la mañana, podemos levar un tocado o una pamela discreta, para no molestar a los otros invitados.
Dado que los cócteles se suelen celebrar en su gran mayoría de noche, el maquillaje debe ser sofisticado y sin ser recargado.
Como complemento ideal a todo el conjunto, un clutch pequeñito resultaría ideal.
En resumen, el vestido cóctel se puede reutilizar para más ocasiones, por lo que no está de más invertir en un buen tejido ya que podemos mantenerlo en nuestro armario para numerosas ocasiones simplemente cambiando los complementos y combinándolos con acierto.
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